Conversación con Ronald Pizzoferrato

Fotografía: Ronald Pizzoferrato

Mi acercamiento con la fotografía creo que nace desde mi entorno, debido a la crianza de personas migrantes, el instrumento de la fotografía era la manera en que mis familiares podían crear una memoria en común y poder compartirlos con otros miembros, y también a través de fotos yo podía conocer otros familiares que también estaban lejos, en Colombia, Ecuador, Italia, Canadá etc.

Luego de eso empieza como toda una dinámica, empiezo a conocer en la  preadolescencia el grafiti, y esa vaina te hace estar en la calle, ya en la calle me hizo ver cosas que normalmente un caraqueño no ve, cosas infinitas que sucedían, esa era una época muy peligrosa (2005 – 2012), al final es interesante, como te genera un entendimiento de cómo es la ciudad, y eso me dio a reflexionar que existía una carencia en la documentación de estos hechos, la fotografía que existía en Caracas no estaba vinculada a esta realidad.

Entonces migro, y no migro por una situación de artes o estudios, migro por una oportunidad de trabajo, ya en Suiza me doy cuenta de que puedo estudiar fotografía, arte, diseño, logre ganar  una beca, allí comienzo a sistematizar, ósea  mi distanciamiento, mi separación con el contexto Caracas me dio a entender como veía, con que ojos lo hacía, y que cosas eran de mi cotidianidad, la empecé a extrañar, comencé entonces a sistematizar, porque cuando estas en Venezuela, cuando estas inmerso en la realidad, eso es mentira, no puedes darle un orden a tus ideas.

Creo que en Venezuela los fotógrafos ahorita tienen una de las mejores narrativas que pueden existir, el problema es que la gente que proyecta, que tienen capacidad de distribuir la fotografía, solo buscan una fotografía blanqueada, una fotografía que siga vendiendo ese ideal de sociedad perfecta o esta sociedad de los 2000, esa Venezuela racista, esa Venezuela clasista, hoy en día la narrativa de la fotografía es una de las artes más contestaria, más disruptiva, no tiene espacio, no se le da el espacio, porque la gente no se quiere ver reflejada en si misma en eso problemas. Como que la gente no está preparada para eso, ves el trabajo de la nueva generación, son chamos que te están hablando de una narrativa clasista, racista, xenofóbica, machista y la gente no quiere eso, la gente no quiere esas cosas, entonces te categorizan como fotógrafo amateur, fastidioso, como que no existe la capacidad de reflexionar lo negativo, entonces buscan lo lindo de las redes.

Ahora llevo un proceso donde la fotografía no es mi principal herramienta, no tiene nada de negativo, se debe a que soy consciente de que hay temas, o espacios, o cosas, que ya no me corresponde a mi hacer, creo que eso les corresponde a las nuevas generaciones, la fotografía a mí me abrió las puertas y me dio entender que puedo hacer otras cosas.

Registro: Caracas, Venezuela en film 35mm durante el 2017-2019.

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Selección: Anthony Salazar.

Conversación a distancia transcrita y resumida.

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